Hace unos cuantos días los cimientos de Cretinolandia temblaron, cuando David Molina publicó el siguiente webcomis a modo de panegírico:
La historia del difunto Luis Sanz, a quien no tengo el gusto, me pareció tierna, humana, "urbana", lozana y ácida como ella sola. Y además, Molinilla tuvo el detallazo de dibujarse, en el tramo de la historia que he destacado arriba, mutado en Bart Simpson, para explicar cómo el tal Luis se interponía en su relación con su amigo del alma. Un detalle precioso, y que además me sirvió en bandeja para poder publicarlo en este blog temático. Muchas gracias, Molinilla, ¡eres un monstruo!
Más historietas y posts de Molina, en su propia etiqueta en el blog cretino.
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