Para esta nueva entrega de la sección de "separados al nacer", "parecidos razonables", etc., acudimos de nuevo al blog Déjate caer y su sección de Meta-Portadas, porque... ¿para qué repetirnos?
Para la historia de complemento de Simpsons Comics #8 (enero 1995), Bill Morrison convirtió a la maestra de cuarto curso de la Escuela Elemental de Springfield, Edna Krabappel (aquí pronunciado / cara-pápel /), en una de las «reinas de la jungla» que poblaron los comic books durante la segunda guerra mundial. Nacía así Edna, Queen of the Congo.
La portada de Groening y Morrison no remite a ninguna en concreto (que yo sepa) y a un puñado a la vez. Una que se le parece es la de Sheena, Queen of the Jungle #9, atribuida a Joe Doolin (1902) y publicada en algún momento de 1950:
Ni que decir tiene que no he leído una sola historia de Sheena, a pesar de sus hipnóticas portadas, pero no está de más conocer la importancia histórica de tal personaje. Creada por Will Eisner y Jerry Iger en 1937, la reina de las «jungle girls» fue incluida al año siguiente por la editorial Fiction House en su cabecera Jumbo Comics, donde protagonizaría todas las portadas comprendidas entre 1940 y 1952. Un periodo en el que los soldados estadounidenses movilizados en las guerras (2GM y Corea) agradecerían sin duda un par de piernas largas y una melena rubia al viento.
Jumbo Comics #64 (junio 1944) y #97 (marzo 1947)
Como vemos, la portada de Edna, Queen of the Congo sigue un patrón ya reiterado en la serie original, a veces con sólo un año de diferencia:
Jumbo Comics #78 (agosto 1945) y #90 (agosto 1946)
Por último, destacar que Sheena se convirtió en 1942, meses antes de que lo hiciera Wonder Woman, en el primer personaje femenino de comic book con título propio, el ya visto Sheena, Queen of the Jungle.
Tan sólo añadir que yo sí que he encontrado una portada (la de arriba del todo) en la que parece basarse de manera diáfana la parodia, al menos la figura principal, la de Edna/Sheena, que comparten exactamente la misma postura: Jumbo Comics #94 (diciembre 1946).
Gracias otra vez a Senador Lombrith por ahorrarme trabajo.