El título es bastante largo y explícito, pero para quien no esté al día de la colección Amazing Spider-Man, no sabrá que ese castillo de arena no es otra cosa sino una fortaleza construída en una isla-prisión de seguridad abandonada cerca de Manhattan, en la que Flint Marko, el supervillano clásico de Spider-Man, un esquizoide conocido como Hombre de Arena, tiene secuestrada a una niñita llamada Keemia, convencido de que es su propia hija. Y para que ella esté a gusto y feliz, y se sienta como una princesa, ha construido un castillo, en el que tiene de todo. Incluso puede ver Los Simpson.
En los periódicos se habla estos días de la colección de Spider-Man, puesto que por lo visto el alcalde J. J. Jameson aplica un ERE en el Daily Bugle, y Peter Parker se va a quedar en la calle (...otra vez. Este argumento lo hemos visto ya unas cuantas veces; claro que en la tele no se hablaba de crisis). Pero antes de llegar a ese arco argumental, las aventuras recientes de Spider-Man en su colección se han vuelto más clásicas todavía de lo habitual, con el regreso a escena de sus más antiguos archienemigos, en versión remodelada para el siglo XXI. Spidey se ha enfrentado a Mysteryo, a Elektro, al Rhino, al Buitre o al Hombre de Arena. Es un arco que a mí me está aburriendo un poco, pero bueno.
Lo que es innegable es que están haciendo unas portadas deliciosas. No me resisto a colgar esta inquietante maravilla:
Esta portada alternativa es de Joe Quinones, para el protagonista del post superheroico habitual de los lunes en este blog: Amazing Spider-Man #615, guión de Fred Van Lente y viñetas del español Javier Pulido.
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