lunes, 2 de agosto de 2010

Slapstick convertido en Bart Simpson



Slapstick fue una de esas loquísimas colecciones de tebeos de superhéroes que nació a comienzos de los noventa en Marvel Comics. Uno de tantísimos personajes que aparecieron en el seno de la editorial por aquellos tiempos de hiperactividad creativa, cuando la editorial se había convertido en una verdadera montaña rusa de acontecimientos, personajes, referencias y disparates varios. Uno de sus periodos más fértiles e interesantes, sin duda, le pese a quien le pese.



Yo soy un defensor de la Marvel de los noventa. Son unos años oscuros, en los que la Marvel llegó a mínimos de ventas históricos y estuvo próxima a su desaparición. Pero en mi opinión, no fue la calidad de las series lo que produjo este desbarajuste (nacieron series como Lobezno, Excalibur, X-Force, New Warriors, el New Universe, mientras que Spider-Man, Hulk, la Patrulla-X, el Capitán América o Daredevil pasaban por algunos de sus mejores momentos, se revitalizaban viejas cabeceras como What if?, y tuvieron lugar algunos de los mejores crossovers de la historia de la editorial), sino que el volumen de publicaciones, el continuo goteo de referencias a ejemplares antiguos (que perdían al lector habitual, y desanimaban al novato) y fenómenos como el nacimiento de Image y la consiguiente estampida de dibujantes molones, hicieron mella en Marvel.

Pero siempre defenderé que durante toda la década de los noventa se produjeron algunas de las cumbres de la empresa, y significó la muerte del tebeo de aventuras en favor del tebeo de explosiones y disgresiones morales que tenemos ahora. Y sobre todo, que juzgar los noventa de Marvel, en su totalidad, como unos años perdidos, es una estupidez tan grande como reivindicar los ochenta, los setenta o los sesenta por pura nostalgia. Y quien sólo disfrute de la Marvel de ahora y le parezca que todo es maravilloso, no tiene perspectiva, y desde luego no está imbuido de ninguna manera por el espíritu de Marvel, por lo que de verdad han sido los tebeos de superhéroes desde su nacimiento. A mí la Marvel de ahora me da un poco de lástima en qué se ha convertido (básicamente, un medio al servicio del cine familiar de acción más ramplón, y un agujero negro de política y correción política; con honrosas excepciones). Y quien difama acerca de la Marvel de los noventa es, sin excepción, quien dejó de leer tebeos en aquella época, o quien era demasiado joven para leerlos, y repite de oídas lo que ha escuchado en a saber dónde.



Perdón por la reflexión gratuita; yo venía a hablar de Slapstick, que no es un gran ejemplo, precisamente, de la calidad de Marvel entonces, pero sí de sus ganas de experimentar y llegar a nuevos públicos. Un curioso superhéroe cuyos poderes eran, por decirlo así, los de las creaciones de Tex Avery: tener la misma estabilidad que un dibujo animado. Slapstick, en este caso, sí que fue un personaje a olvidar, y de hecho sólo existió durante los cuatro números de su serie limitada del año 1992 (obra de Len Kaminsky y James W. Fry III), y no volvió a vérsele hasta 2007, cuando apareció tangencialmente en algún número de La Iniciativa y llegó a unirse a los New Warriors contemporáneos, que son un disparate en sí mismos.

4 comentarios:

Scari Wó dijo...

Tenías ganas de decir todo esto en voz alta y desahogarte, eh? jejeje La Marvel y la DC de los noventa sufrieron algo que merecían: la venganza de los dibujantes por no cobrar royalties. Fuga de artistas que querían que su trabajo les repercutiera a ellos y no a la empresa para la que trabajaban. Sí que es cierto que no todo lo de los noventa era malo, pero Marvel y sobre todo DC publicaron algunos de los tebeos más horribles de la Historia del cómic, también por el volumen de publicaciones que mencionas, el publicar mucho, rápido y barato. Mis preferidos de esa época son Los Vengadores, Los 4 Fantásticos, Hulk y el Superman azul.

Fosforo dijo...

Yo empece a leer comics Marvel en los noventa, tanto siguiendo algunas series en su momento coo recomprando y leyendo series de la década anterior, y sinceramente, opino que no hay color. Sin duda los noventa tuvieron sus buenos comics, pero mayoritariamente se trataba de inmundicia que no se puede comparar ni con los 80 ni con los 70.
Y efectivamente, la Marvel actual de una mezcla de pena y asco, también con algunas escepciones.

Sigue así crack.

Frunobulax dijo...

Alguien tenía que decirlo, Scari :)

En serio, la gente que tiene una mala opinión de la Marvel de los 90 (de DC no opino, porque sólo he leído retapados, eso sí, miles, sobre todo de los 80), está aireando libremente una afirmación demasiado extendida y poco meditada. Como he dicho, el único problema que hubo fue la saturación de títulos. A mayor volumen, mayor cantidad de porquería, eso está claro, mayor confusión y mayor pereza. Pero los 90 fueron una gran década, en la que teníamos cada mes por lo menos 6 ó 7 series muy interesantes. Yo añoro las historias que contaban Peter David, Larry Hama, John Byrne (¡Hulka!), Claremont (es la época post-Nido, en la que introduce a Júbilo, Gambito, Pórtico, Forja, etc., quien no añora esa temporada de la Patrulla, no tiene corazón), John Buscema, Alan Moore, Mark Bagley, George Perez en los Vengadores, Alan Davis (¡ClanDestine! ¡¡Excalibur!!), Walt Simonson, Groo estaba en su mejor momento, Epic sacó cosas tremendas...

Estoy hablando de memoria con el corazón en la mano, pero cualquier día de estos voy a esparcir mis tebeos por el suelo y voy a escanearos los checklists que venían entre enero de 1990 y diciembre de 1999, y a compararlos con lo que se hace ahora, y callar muchas bocotas!!

Scari Wó dijo...

¡No hagas trampas! Esa etapa de la Patrulla que mencionas es de finales de los 80. Ten en cuenta el retraso con el que se publica en España. Por ejemplo, los números de Actos de Venganza (Los de Claremont y Jim Lee que salieron en el nº 100 de la Patrulla la primera aparición de la nueva Mariposa Mental) son de 1989, y por entonces ya estaban presentados casi todos los personajes que mencionas, excepto Gambito.

Si hay que hablar de los mutantes en los noventa yo me quedo con las cosas que dibujaba Bachalo: Generación X primero, que además pilló justo la saga de la Era de Apocalipsis, que me gustó bastante, y la Patrulla después. Madureira tampoco estaba mal, pero me acababa cansando un poco.