lunes, 22 de junio de 2015

Unos Simpsons de Alfredo Pons

Hoy traigo una entrega especial a la sección de los lunes, la de los Simpsons en tebeos de superhéroes. Especial, porque me salto la norma de la omnipresencia de tipos en pijama (como ya he hecho otras veces), ya que la viñeta está extraída, simplemente, de una historieta seria y ajena al universo animado e infantil. Pero sobre todo es especial porque se trata de la obra de uno de los artistas de cómic underground españoles más importantes del siglo XX. Un nombre férreamente unido al tebeo "guarro" español, al indie, a la línea chunga y a la revista El Víbora. Y también al noir más auténtico, a los callejones más sórdidos del Raval y las desventuras de los inadaptados y los desarrapados. Hoy vamos a recordar al magnífico, el enorme escritor, guionista y dibujante barcelonés Alfredo Pons.

Fallecido en 2002, Pons es una auténtica leyenda de ese comix reivindicativo, suburbial, contracultural y liberador que empieza a hacerse en España casi en el mismo instante que fallece el Caudillo (e incluso antes, en aquellos valientes proyectos que se conocen como el "mercado de la pobreza") con el nacimiento de revistas como la importantísima Star, Mata Ratos (en ambas empieza a colaborar Pons con tan solo 16 años, desde 1974), Ozono, El Rrollo Enmascarado, y todas esas revistas de temas alternativos (a destacar el Ajoblanco) o de humor satírico (El Papus, Hermano Lobo, La Codorniz...) que crecen como setas durante la Transición y juguetean con la censura y los secuestros editoriales, cuya influencia, por suerte, llega hasta nuestros días. Mientras que estas últimas se centraban en la provocación, el humor y la parodia política, y en mitad del aluvión de productos de terror por un lado, y de erotismo vulgar y sicalíptico por otro, una nueva vía del cómic para adultos se abría paso inspirada en el underground y la contracultura norteamericanos que se desarrollaron a caballo entre los sesenta y los setenta. Historietas adultas de ficción que mezclaban el humor, el erotismo y los clásicos géneros adultos (terror, noir, ciencia-ficción...) con una actitud contestataria y molesta, que venía a plantarle cara al "buen gusto" reinante. Pons es uno de esos nombres fundacionales del asunto (otros son Nazario, Onliyú, Javier Mariscal, Max, Montesol, Ceesepe, Martí, Gallardo y Mediavilla, Beá, etc.) que en 1979 se unen a Josep María Berenguer y Josep Toutain para lanzar El Víbora, el proyecto más longevo de cuantas malas hierbas crecieron en aquella época, "comix para supervivientes" con 300 números publicados hasta 2005 en los que compartían espacio todos ellos (y las generaciones venideras de artistas de la línea chunga a la línea tremenda) con sus referentes originales, los Robert Crumb, Gilbert Shelton, etc.

En los primeros años de El Víbora, Pons realizó multitud de portadas de la revista, y sobre todo destacó con esas historietas negras protagonizadas por gangsters, prostitutas, canallas y demás lumpen del Barrio Chino. Series como María Lanuit, Lumis, Amigas o Escalera de vecinos, además de sus adaptaciones de Mike Hammer, Bukowski o Robert Bloch, verdadero cine negro barcelonés en viñetas, son su legado.

Las historias autoconclusivas de Escalera de vecinos fueron recopiladas por primera vez en 1987, como primera entrega de la colección Historias completas de El Víbora (la segunda parte fue el número 15, y en el 36 se compiló Amigas), y reeditadas de forma póstuma en 2004. Y el pasado 2013 se publicó Alta tensión, con más material previamente no recopilado, un tomo absolutamente imprescindible. Pero en el año 2000, Pons había regresado a la revista (concretamente en su número 242), con nuevas entregas de Escalera de vecinos que aún no han sido publicadas en tomo. Guiándonos por el checklist que hizo el amigo Félix Frog2000, encontramos de hecho 4 últimas entregas de Escalera de vecinos en lo que sería su versión para el siglo XXI, historietas en las que los mismos sórdidos habitantes del Barrio Chino utilizan el móvil o ven los Simpson en la tele...

Es lo que sucede en una de estas historietas de ultimísima etapa, publicada en El Víbora #248 (verano de 2000), y titulada "Solo por una noche", que os traigo completa a continuación (en su blanco y negro original, sin ese amarillo chillón que cometí el pecado de utilizar para la viñeta destacada...) como muestra del trabajo de Pons.

Ah, creo que ya es demasiado tarde para advertir que las siguientes páginas, así como varias de las imágenes de este post, son recomendadas para el lector adulto... :)

Nota: Ya hemos hablado otras veces en este blog simpsoniano sobre la revista El Víbora.

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